
En la naturaleza no existe el concepto de basura
No hay desperdicios, porque cada organismo contribuye a la salud del conjunto. Los nutrientes fluyen perpetuamente en ciclos regenerativos, de descomposición y renacimiento. El desecho de un organismo es alimento para otro.
Pero las actividades humanas de los últimos años han cambiado el medio ambiente y alterado los ciclos naturales.
Únicamente los humanos poseen el concepto de basura, pero el resto de animales no lo conciben, porque nunca lo han necesitado. Sus hábitos están adaptados su entorno. Por eso, al introducir elementos diferentes en su medio natural, no saben cómo reaccionar. En ocasiones incorporan plásticos y otros residuos perjudiciales a su alimentación, nidos, etc.
Las distintas pinturas representan cómo se relacionan los animales salvajes con los residuos que generamos los seres humanos.
En muchas ocasiones acuden a los contenedores de basura, o simplemente recurren a la comida que hay tirada por las calles.
Otras veces, se intentan alimentar de restos no comestibles, como plásticos y otros residuos que dejamos en espacios naturales. Ellos no conciben que algo no tenga ningún uso, y que un alimento sea “basura”. Los animales siempre que encuentren comida de fácil acceso la van a preferir a otras fuentes de alimento, principalmente los animales depredadores, que necesitan invertir mucha energía para obtener alimento.
Las aves recolectan todo aquello que les puede servir para construir sus nidos, nunca habían tenido un enemigo como el plástico y otros materiales que pueden ser peligrosos para ellas y sus crías. En estas obras intento aportar otro punto de vista diferente al que podemos tener desde nuestra sociedad humana.
Mamá galleta
Acrílico sobre madera
37,5 x 23,5 cm


Campo de vainilla
Acrílico sobre madera
80 x 60 cm
Buffet libre
Acrílico sobre madera
121 x 81 cm


Un nido de plástico
Acrílico sobre madera
80 x 60 cm
Obra en proceso
Obra en proceso
Familia de jabalíes
Acrílico y lápices de color sobre madera
70 x 50 cm


Un comensal inesperado
Acrílico sobre madera
50 x 70 cm
390 rosas por las víctimas de la caza furtiva
Fieltro
160 x 190 cm
